miércoles, 6 de diciembre de 2017

El racismo que en México disfrazamos de clasismo


En el espejo, frente a Suecia:

https://horizontal.mx/pasele-guerito-el-discreto-caso-del-racismo-mexicano/

martes, 21 de noviembre de 2017

Glosectomía



Las mutaciones narra la vida del abogado clasemediero Ramón Martínez a partir de que comienza a sentir el primer síntoma de un cáncer de lengua. La novela muestra un hábil manejo del humor —mientras el humor puede estar presente— y un conocimiento profundo de la ciencia y el tratamiento médico del cáncer. Alrededor del protagonista y su enfermedad giran su familia (esposa, e hija e hijo adolescentes), la sirvienta de la casa, el hermano, el oncólogo tratante, una psicoanalista (junto con un joven hipocondriaco paciente suyo) y un loro. Lo dramático del caso se presenta desde una perspectiva que incluye la cotidianidad trastocada de la familia, llena de episodios absurdos pero realistas, cómicos pero tristes. 

La descripción que se hace de Ramón en las primeras páginas adelanta una familia medianamente bien estructurada, entre cuyos miembros —podemos intuir desde un inicio— no se establecerá ningún “gran” conflicto:

Ramón se distinguía por su buen trato con los clientes, a los que conquistaba con una equilibrada mezcla de lisonja e irreverencia. Por lo demás no era hipócrita, ventajoso ni corrupto; operaba siempre en estricto apego a las leyes que podían ser acatadas —los códigos locales y federales estaban repletos de lagunas e inconsistencias que ni el más santo de los juristas podría haber sorteado sin controversia.

Uno de los aciertos que mejor contribuyen a la buena factura de esta novela es la mesura con la que trata a sus personajes. Su humor puede ser en ocasiones corrosivo, pero no cae en lo fársico o caricaturesco. Los personajes participan en situaciones chuscas, pero ninguno de ellos es tratado como estereotipo, ni siquiera los que más se podrían prestar para eso: el coantagonista del cáncer, el hermano de Ramón, empresario trácala y gandaya, o la fiel, agradecida y ocurrente sirvienta. El autor también sabe cuándo dejar el humor a un lado, conforme la novela llega a su fin.

El escritor domina el contrapunto, con el que enfrenta la trama principal con el ruido circundante. Por ejemplo, usa un talk show que pasa por el televisor del cuarto del hospital donde está el recién operado para contrastarlo con la valoración que hace Ramón del mundo y con la interacción de la familia; usa una misa y la correspondiente lectura del evangelio para acompañar las reflexiones del oncólogo sobre el cáncer, la genética y la Medicina. Y sabe cómo llevar al lector, en un instante, del drama a la vulgar y risible realidad, como cuando Elodia, la sirvienta, narra a su patrón un caso de incesto, violación y parricidio —que involucra a familiares cercanos—, relato que la mujer interrumpe así:

Y Fidelia, la pobre, quién sabe con qué se envició en el reclusorio que un día ya no aguantó la sobredosis. Se murió la pobre en una cárcel de San Luis Potosí. ¿Sí levanta sus pies tantito para que pueda trapear por abajo? Ándele, gracias.

Las mutaciones, de Jorge Comensal (Antílope, Ciudad de México, 2016), resulta entrañable porque nos enfrenta con una calidez cruda a la realidad cercana, acechante, siempre posible, del cáncer en una familia.